El aumento de India en el Índice de Poder Asiático refleja tanto sus crecientes capacidades como el potencial sin explotar que posee.
India ha emergido como la tercera nación más poderosa en Asia, superando a Japón y Rusia, según el último Índice de Poder de Asia del Instituto Lowy de Australia. 

Este logro marca un cambio significativo en la dinámica de poder de la región, posicionando a la India como una fuerza emergente después de los Estados Unidos y China. La evaluación exhaustiva pinta una imagen de influencia en evolución, subrayando tanto el crecimiento de la India como los desafíos a los que se enfrentan sus competidores.

El Índice de Poder de Asia evalúa a 27 países y territorios de la región en función de su capacidad para proyectar poder e influencia en dominios económicos, militares, diplomáticos y culturales. Por primera vez, India ha avanzado por delante de Japón en este ranking, reflejando avances significativos en su acumulación de poder en los últimos años.

Según el índice, en 2024, India obtuvo una puntuación de 39.1, un aumento de 2.7 puntos desde 2023. Estados Unidos mantiene su posición como el país más poderoso de la región con una puntuación de 81.7, seguido por China con 72.7.  

La caída de Japón en el ranking se puede atribuir en gran medida a su estancamiento económico. Una vez una potencia económica formidable con supremacía tecnológica, Japón ha visto cómo sus ventajas se han erosionado debido a la creciente competencia de países como Corea del Sur, China y Taiwán. Tokio, que durante mucho tiempo ocupó una posición dominante en la región, ahora ha caído al cuarto lugar.

A pesar de esto, Japón ha reforzado su posición en defensa y seguridad. Tokio ha adoptado una postura más asertiva, intensificando la colaboración con Estados Unidos y otros socios regionales para contrarrestar la creciente influencia china. La firma del Acuerdo de Acceso Recíproco con Filipinas es solo un ejemplo del enfoque intensificado de Japón en la cooperación de seguridad y militar.

El aumento de la India en el Índice de Poder de Asia refleja tanto sus crecientes capacidades como el potencial sin explotar que posee. Aunque India ha superado a Japón, el informe señala que India todavía enfrenta obstáculos significativos para igualar las expectativas establecidas por sus abundantes recursos. El país sigue siendo limitado en su capacidad para proyectar poder e influencia más allá de ciertos límites geográficos, particularmente al este del Estrecho de Malaca.

"El hecho de que su influencia esté muy por debajo del nivel prometido por sus recursos sugiere que todavía tiene un amplio potencial para un mayor crecimiento como fuerza mayor", afirma el informe del Instituto Lowy.  

El crecimiento económico de India, la modernización militar y la expansión de la huella diplomática han sido fundamentales para su ascenso. Sin embargo, la “brecha de poder” negativa de India - la diferencia entre su influencia proyectada en Asia basada en sus propios recursos - es la mayor de la región, superando a Rusia y Corea del Sur.   

La competencia por la dominancia en Asia sigue siendo principalmente entre Estados Unidos y China, con ambas naciones liderando el ranking por un margen significativo. Aunque Estados Unidos mantiene una clara ventaja sobre China en seis de los ocho parámetros utilizados para medir el poder, la brecha se está cerrando, particularmente en el dominio de la capacidad militar. China ha realizado avances considerables en la modernización de sus fuerzas militares, erosionando la ventaja de Estados Unidos en esta área crítica.

A pesar de las crecientes capacidades de China, Estados Unidos mantiene su papel de liderazgo en Asia. El informe señala que Estados Unidos lidera a China en seis de los ocho indicadores clave, incluyendo capacidad económica, influencia diplomática y alcance cultural. No obstante, Estados Unidos está perdiendo terreno en capacidad militar, ya que China moderniza rápidamente y aumenta su capacidad para proyectar poder regionalmente.

La competencia a largo plazo entre Estados Unidos y China parece estar destinada a definir el futuro de la geopolítica asiática. Ambas superpotencias están “preparándose para una larga competencia”, afirma el informe, señalando que la actual estructura bipolar de poder en Asia probablemente persistirá en el futuro previsible.

Sin embargo, el ascenso de India como una gran potencia en Asia es un desarrollo crucial, y su crecimiento continuo en los ámbitos económico, militar y diplomático dará forma al futuro de la dinámica regional. A medida que India avance, debe centrarse en cerrar la brecha entre sus recursos y su influencia, asegurándose de que su ascenso no solo sea celebrado, sino que se haga realidad plenamente en las próximas décadas